Contenido

Contenido Libro La Alianza

El adiestramiento es la acción de enseñar. Para poder enseñar necesito comunicarme, el lenguaje que utilizo es el mismo que se comunican entre si los caballos que viven en manada, el que es igual desde hace millones de años. Cuando consigo comunicarme paso al segundo elemento necesario para poder enseñar, el caballo debe reconocerme como su líder.

En la vida en manada el liderazgo lo ejerce una yegua generalmente la de mayor edad, quien posee condiciones superiores, es la que lidera el grupo, da la orden de huir cuando lo cree conveniente, lleva a la manada a los lugares con mejores posibilidades para la subsistencia, pone orden entre sus miembros etc. es la que en definitiva manda, los potros se dedican a reunir a los miembros de la manada. Para liderar asumo las actitudes de la yegua líder, utilizo su lenguaje, cuando el caballo me acepta lo dejo de presionar.

Para esto lo trabajo en un corral redondo. En el corral redondo adopto la actitud de un depredador, el caballo gira, generalmente empieza al galope y continúa al trote, hasta que llega un momento que hace una serie de signos que me indica que acepta someterse y me reconoce como líder, en este momento lo dejo de mirar y de presionar. El caballo se acerca hacia el centro del corral en donde lo estoy esperando, en ese momento produce un gesto que me indica que desea aliarse. Cuando el caballo me acepta como líder, puedo iniciar el proceso de educación y este me obedecerá. El caballo aprende a obedecer lo que el jinete le pide, lo hace voluntariamente, en ningún momento se lo obliga.

Utilizamos, en el adiestramiento, lo que llamamos “argumentos” para caballos. Me baso en dos tipos de refuerzos el positivo y el negativo. Un refuerzo es positivo cuando resulta de aplicar un estimulo agradable para el caballo en el momento en que se produce un comportamiento o respuesta positiva del animal. Cuales son por ejemplo los refuerzos positivos sacarle la presión, el descanso durante el entrenamiento que a su vez sirve para que se recupere, el afecto, una caricia, palabras de estimulo, la libertad soltarlo cuando ha trabajado diligentemente, etc. En cambio cuando presiono al caballo para que obedezca estoy aplicando un refuerzo negativo, cuando obedece lo dejo de presionar y aplico un refuerzo positivo.

Cuando el caballo no acepta la disciplina del trabajo aumento la intensidad del trabajo lo que implica utilizar un refuerzo negativo. Cuando el caballo obedece disminuyo la presión y lo dejo descansar. A medida que el caballo entiende los refuerzos positivos desarrolla una actitud de espera y deseo de tales recompensas. El caballo que ha sido educado con éste método –refuerzos positivos y negativos- pondrá toda su capacidad para cumplir con la solicitud que el jinete le pida, trabajará relajado, confiará en el que lo monta, su comportamiento será estable, comprenderá lo que esta bien y lo que esta mal, no se deteriorará su estructura física, acostumbrándose a obedecer a la señal mas sutil. Conseguiremos un animal atlético y confiado. También el método que propongo en el libro, incrementa la autoestima, todo animal que tiene alta su autoestima tratará de ser mejor que los demás y su posición jerárquica será superior. Todos conocemos historias de caballos ganadores quienes contaban con una alta autoestima. Como entrenadores de caballos debemos cuidar su autoestima. Mediante el uso de los refuerzos positivos y negativos evito utilizar la violencia para obligarlo a trabajar o disciplinarlo.

En cambio, el método del castigo implica dolor y la desventaja de utilizarlo es que el dolor siempre causa miedo al animal, lo cual obstaculiza el aprendizaje y genera resentimiento. El castigo no incrementa el conocimiento y la capacidad de aprendizaje, lo que enseña el dolor es como poder evitarlo, y trabajará el caballo lo justo para eludirlo. Los métodos violentos deterioran la autoestima del animal.

GESTOS QUE EL CABALLO REALIZA PREVIOS A LA ALIANZA

/

Realiza el primer gesto coloca la oreja apuntando hacia mi dirección.

/

Tercer gesto será sacar la lengua como si masticara.

/

Cuarta señal sube y baja la cabeza señal de reverencia.

/

Por último me sigue y no se aparta de mi lado.